¿Debería el gobierno controlar las afirmaciones que las marcas y los fabricantes de moda hacen sobre los derechos de los trabajadores y el medio ambiente? Si es así, ¿cómo?
A las marcas de moda les encanta venderse como "verdes" y "éticas". Pero, ¿lo son realmente? ¿Debería el gobierno sancionarlos cuando sus reclamos están inflados?
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