La moda está cambiando. La crisis climática y ecológica significa que el cambio es imperativo. Gobiernos, empresas y ciudadanos están respondiendo a las innovaciones tecnológicas y digitales. ¿Cómo puede ocurrir este cambio para que las personas y el planeta se antepongan a las ganancias?
El concepto de Transición Justa surgió en la década de 1980 del movimiento de trabajadores en los Estados Unidos, en respuesta a las regulaciones sobre la contaminación del aire y el agua que resultaron en el cierre de industrias sucias y la pérdida de empleos e ingresos. Los sindicatos bien organizados establecieron el concepto de "Transición Justa" para proteger los puestos de trabajo, crear un apoyo adecuado en los lugares donde se perdió el empleo y crear nuevos puestos de trabajo decentes en sectores con bajas emisiones de carbono, con salarios dignos, condiciones de trabajo decentes y que fueran accesibles para las personas con diferentes habilidades. Desde entonces, el concepto fue reiterado por sindicatos de todo el mundo y entró en la arena política internacional con la Declaración de Transición Justa en la COP26 de Glasgow.
En el ámbito de la moda, la Transición Justa consiste en garantizar la justicia durante y después del cambio a un sistema de moda con bajas emisiones de carbono que proteja y restaure la naturaleza, y en el contexto del cambio tecnológico. Para la Campaña Ropa Limpia, la justicia significa respetar y proteger los derechos de los trabajadores, incluido un salario digno, la libertad de asociación, la protección social, la salud y la seguridad, y la ausencia de acoso y discriminación. Significa que las empresas son responsables de los daños a las personas y al medio ambiente. También requiere reparar el daño causado a los trabajadores y sus comunidades, tanto por la crisis climática como por la transformación hacia una industria baja en carbono que proteja y restaure la naturaleza.
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